José Rodríguez descansa con su familia tras un intenso y agitado final de temporada en Israel: victoria en abril sobre el coronavirus gracias a la masiva vacunación, enfrentamiento a gran escala en mayo con el grupo islamista Hamas y consecución de la liga en junio con el Maccabi Haifa. En un abarrotado Estadio Sammy Ofer, el club de la capital del norte israelí rompió una sequía de diez años con una explosión de alegría por el título y la vuelta a la rutina.
A sus 26 años, el centrocampista alicantino ya ha jugado en España, Turquía, Alemania, Holanda e Israel en una carrera en la que, lamenta, «un agente me engañó» y que tuvo como punto de arranque su momento culminante: el debut en el Real Madrid. Tenía solo 17 años. Suficientes para su gran valedor, José Mourinho.